La deuda externa del Gobierno cayó en el segundo trimestre de 2024, respecto del primero, fundamentalmente como consecuencia de pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a bonistas privados. Aun así, el pasivo se mantuvo en elevados niveles, por encima de los u$s150.000 millones.
Según un informe publicado por el INDEC este viernes, entre el 31 de marzo y el 30 de junio la deuda del Gobierno general se contrajo u$s2.486 millones, hasta los u$s154.536 millones. La mayor parte de esta reducción las explicaron los números del Gobierno nacional, que al cierre del período concentró más del 90% de las obligaciones con no residentes.
En efecto, la deuda del Gobierno nacional, o central, bajó u$s2.293 millones, principalmente por la amortización en el pasivo con el FMI (-u$s1.417 millones) y con tenedores de títulos (-u$s719 millones).
La deuda gubernamental representó casi el 54% de la deuda externa total, que terminó el segundo trimestre en u$s286.881 millones, y explicó la mayor parte de la caída en la misma.
El segundo actor más relevante, en términos de colocaciones de deuda fue el de Sociedades no financieras, hogares e instituciones sin fines de lucro que sirven a los hogares (ISFLSH), con más de un 35% sobre el total, destacándose al interior de este segmento el crédito que se realiza entre empresas. En este caso, el pasivo también disminuyó, en u$s1.030 millones.
Mejora en la capacidad de financiamiento
En el informe, el INDEC también exhibió que entre abril y junio hubo un superávit de cuenta corriente de u$s3.490 millones, lo cual implicó una fuerte mejora respecto del déficit de u$s6.577 millones del mismo período del año previo. Este aumento respondió esencialmente al resultado de la balanza de bienes, generado por una recuperación de las exportaciones tras la sequía y un calendario de pago de importaciones que todavía no estuvo normalizado.
Fundamentalmente por ese superávit, en el segundo trimestre de 2024 la capacidad de financiamiento para la economía argentina ascendió a u$s3.580 millones.