Se trata de la mujer cuyo cuerpo sin vida fue encontrado el 12 de diciembre del año 2010 en un descampado cercano a Nueva Coneta, departamento Capayán. Sonia Liliana Garaberian había sido reportada como desaparecida por su familia.
En aquél momento, el fiscal ordenó la operación de autopsia y los médicos concluyeron que la causa de muerte había sido inanición y deshidratación.
Leonilda Carrizo, mamá de Liliana, quien con la representación legal del abogado Iván Sarquis es parte querellante en la causa, nunca creyó esa versión y luchó por más de doce años para que se hiciera justicia por su hija. Para ella, a Sonia Liliana la habían matado.
En septiembre del año 2022, el equipo tanatológico de Gendarmería Nacional concluyó de manera similar al equipo argentino de antropología forense y determinó que Sonia Liliana Garabedian había muerto a causa de asfixia por estrangulamiento.
La conclusión fue dada a la actual fiscal de la causa Dra. Jésica Miranda y provocó un giro importante en la investigación. Roberto Alejandro Barros pasó de ser parte querellante en el expediente a ser imputado. La fiscal a finales del año pasado lo imputó del delito de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo.
Ayer, Miranda dio por finalizada la investigación penal preparatoria y lo envió a juicio.Como el delito que se le endilga prevé una pena de 20 años de cárcel, el caso podría ser juzgado por un jurado popular.
Cabe recordar que en el mes de junio pasado el abogado defensor de Barros, único imputado en la investigación, había solicitado el sobreseimiento del ex marido de la víctima, pero el Juez de Control de Garantías N° 1 Rodolfo Maidana se lo rechazó.
A partir de ahora, la defensa del ex marido de Garaberian podrá oponerse a la elevación a juicio. En caso de no hacerlo, dentro de los próximos tres días, la medida quedará firme y Barros ocupará el banquillo de los acusados por la muerte de su expareja.