Después de la salida de Nicolás Posse, este lunes Javier Milei le tomó juramento a Guillermo Francos como nuevo jefe de Gabinete. Fue un acto breve en Casa Rosada en donde el jefe de ministros juró por Dios y la Patria y no hizo ninguna declaración. En cuanto terminó, Milei le dio un fuerte abrazo y luego Francos saludó a todo el gabinete y a la vicepresidenta Victoria Villarruel. También a algunos de sus hijos que lo habían acompañado.
El ministerio del Interior quedará así bajo su órbita y bajo la conducción del secretario de Interior, Lisandro Catalán. Esto ocurre mientras todavía se está reacomodando Capital Humano tras la salida intempestiva de Pablo De la Torre de la secretaría de Niñez y Familia.
Los desafíos de Francos en su nuevo rol
Francos tiene la tarea de mejorar el diálogo. La relación de Posse con varios ministros se había vuelto áspera, había quedado perturbada por las sospechas de espionaje y su vínculo con Karina Milei se había tornado insostenible. Francos, por el contrario, es un político moderado y pragmático.
Su principal objetivo, inmediato e impostergable, será lograr la sanción de la Ley Bases y del paquete fiscal.
Milei sostiene que esas leyes permitirán el despegue del país. Es una expectativa que requiere de un manto de paciencia. Contar con un régimen de inversiones abrirá la puerta al desembarco de capitales, pero la llegada de esos fondos dependerá de que la situación económica y financiera del país se vuelva estable. La sanción de un blanqueo de capitales ayudará al gobierno a lograr una recaudación mayor a los 10 mil millones de dólares, pero necesita como paso previo que los interesados confíen en que no tendrán consecuencias.
Otro desafío que deberá afrontar Francos será lograr que el Senado apruebe los pliegos del juez Ariel Lijo y de Manuel García Mansilla para la Corte Suprema.