Sergio Massa, ante la CGT, admitió que "los salarios no se recuperaron" pero llamó a "mirar hacia adelante"
El candidato oficialista criticó a la oposición, defendió los subsidios al transporte y la energía eléctrica y pidió “discutir francamente el nuevo mundo del trabajo”.

Sergio Massa tuvo su acto de bautismo sindical: en la visita a la sede de la CGT, el ministro-candidato fustigó en duros términos a Juntos por el Cambio, defendió los subsidios al transporte y la energía eléctrica por considerarlos “salarios indirectos” y pidió “discutir francamente el nuevo mundo del trabajo”. También hizo autocrítica: admitió que “los salarios no se recuperaron” y por eso propuso “mirar hacia adelante”. “Quiero que el 20 de diciembre puedan mirar a la casa Rosada y sentir que tienen un presidente de los trabajadores”, les dijo a los más de 300 sindicalistas presentes, en medio de ovaciones que finalizaron con la marcha peronista en un festivo clima de campaña.

El candidato presidencial de Unión por la Patria, en un discurso de 16 minutos, logró entusiasmar al auditorio que colmó esta tarde el salón Felipe Vallese, en el primer piso del edificio de Azopardo 802, aunque evitó los temas espinosos: no mencionó ni una vez la palabra inflación ni habló del aumento de los precios. Tampoco del acuerdo con el FMI. Sí, en cambio, pidió mirar “para adelante” al admitir que “pueden haber compañeros desilusionados o decepcionados” con el gobierno que integra. Le echó la culpa a “la pandemia, la guerra y la sequía”, aunque hizo autocrítica: “O nos faltó determinación en algunos temas. Los salarios no se recuperaron. Y ese es el primer desafío por delante”.

Antes de Massa, Agustín Rossi, su compañero de fórmula, marcó la línea discursiva de la campaña oficialista contra JxC al destacar que “nunca la oposición se ha presentado a cara descubierta como ahora, nunca la derecha ha dicho lo que viene a hacer, es una derecha antiderechos”.

Tras afirmar que Patricia Bullrich “dice que va a quitar la indemnización” y Horacio Rodríguez Larreta “propuso terminar con las vacaciones pagas”, el jefe de Gabinete no habló de la gestión oficial, pero sí reclamó “defender los derechos (de los trabajadores) con el voto o defender los derechos en la calle”, donde, según anticipó, habrá “represión como en Jujuy” si JxC gana las elecciones.

Lo escuchaban, en el escenario, los principales dirigentes del Consejo Directivo de la CGT, entre ellos Pablo Moyano (Camioneros), en su regreso a la actividad oficial cegetista, y en las primeras filas del auditorio se ubicaron Hugo Moyano (Camioneros) al lado del ministro Eduardo “Wado” de Pedro, quien a su lado tenía sentado a Carlos West Ocampo, el histórico líder del Sindicato de Sanidad que ya dejó el cargo, un enemigo declarado de Cristina Kirchner y La Cámpora. Este dirigente, a su vez, tenía a su derecha al ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, otro referente kirchnerista. Detrás de ellos se ubicó Antonio Caló, el ex titular de la UOM desplazado por los K. Quizá fue un milagro de la campaña oficialista. Y de las necesidades de unirse para evitar una derrota.