Árboles pequeños ideales para plantar en la vereda

Si no contás con mucho espacio en el jardín de tu casa, en el patio delantero o en la vereda, pero deseas plantar árboles que no solo brinden sombra, sino que también ocupen poco espacio, entonces debes conocer estos tres arbustos. Ellos llenarán los espacios con color gracias a sus llamativas hojas y flores. Además, te garantizarán un entorno fresco y verde.

Existen diversas especies de árboles que son ideales para cultivar en espacios reducidos, entre los cuales se encuentran el Lagerstroemia, el Rhus y el ligustro Aurea, tres variedades muy utilizadas en jardinería para embellecer los ambientes. El Lagerstroemia, conocida popularmente como árbol de Júpiter, espumilla, lila de las Indias o crespón, entre otros nombres, es una especie del género Lagerstroemia de la familia Lythraceae. Originaria de China, Japón, el Himalaya y la India, su cultivo se extendió a Europa y América con el tiempo. Este arbusto caducifolio, que puede alcanzar unos 8 m de altura, se caracteriza por su copa amplia y chata, así como por su corteza lisa de color marrón café. Sus hojas, de un verde oscuro intenso y brillante, se tornan cobrizas en primavera y adquieren matices amarillos y anaranjados en otoño. Además de sus llamativas hojas, esta planta tiene una delicada floración en una amplia gama de tonos: blanco, rosa, lila, morado y rojo.

El Rhus, conocido como zumaque, es un género que incluye aproximadamente 250 especies de plantas fanerógamas pertenecientes a la familia Anacardiaceae. Este arbusto, de crecimiento vigoroso y follaje abundante, se destaca por sus hojas dispuestas en espiral, que adquieren un atractivo tono rojizo, y por sus flores muy pequeñas, que pueden ser de color crema, verdoso o rojo. Por otro lado, la alheña, o ligustro, es el nombre común de las especies botánicas del género Ligustrum, que abarca entre 40 y 50 variedades aceptadas. Una de estas especies es el Ligustrum Aurea, que se caracteriza por sus hojas verdes redondeadas con manchas amarillentas. Si querés conocer los cuidados básicos de estos tres árboles, no te pierdas la información que te compartiremos a continuación.

Cuidados Lagerstroemia

  • Luz y temperatura: requiere de un lugar bien soleado, pero en climas cálidos es mejor plantarlo en un sitio con semisobra y mucha luz indirecta. La sombra total afecta a este árbol y no le permite florecer debidamente. Por otro lado, no soporta muy bien las bajas temperaturas, por lo que se recomienda ubicarlo cerca de una pared o muro para protegerlo de las heladas.
  • Riego: durante los primeros años, especialmente en verano, el riego debe ser periódico, mientras que en invierno se debe disminuir la frecuencia. Por otro lado, el riego debe ser en profundidad para hidratar muy bien las raíces.
  • Sustrato y abono: requiere de un suelo ligeramente ácido y con buen drenaje. Además, debe ser fresco, profundo y ligeramente húmedo. Respecto al abono, lo ideal es usar un fertilizante especifico para plantas ácidas desde la llegada de la primavera y hasta final del verano. Esto ayudará a estimular su crecimiento y floración.

Cuidados Rhus

  • Luz y temperatura: prospera mejor en condiciones de pleno sol, donde pueda recibir al menos 6 horas de luz solar directa diaria, aunque tolera la luz parcial. Este arbusto tolera las temperaturas extremas y, gracias a su resistencia y robustez, se adapta muy bien a todo tipo de circunstancias.
  • Riego: prefiere los entornos húmedos, aunque puede tolerar periodos cortos de sequía. Se recomienda regar con frecuencia para mantener el suelo húmedo, pero sin encharcar.
  • Sustrato y abono: puede crecer en diferentes tipos de suelo, aunque prefiere uno ligeramente ácido a neutro, que sea rico en materia orgánica, fértil y bien drenado. Por otro lado, un fertilizante equilibrado en primavera promueve un crecimiento robusto y un follaje intenso.

Cuidados ligustro Aurea

  • Luz y temperatura: este árbol perenne debe ser cultivada a pleno sol para estimular su desarrollo. Soporta temperaturas bajas y altas, aunque le sientan mejor los climas templados a cálidos.
  • Riego: debe ser frecuente, pero sin excesos ni encharcamientos, por eso lo mejor es dejar que la capa superior del suelo se seque para regar nuevamente. Es resistente a sequías breves.
  • Sustrato y abono: prefiere un suelo bien drenado, poroso y ligero. Asimismo, tiene bajas necesidades de fertilización. Para estimular un follaje óptimo, bastará con abonar dos veces en primavera y otoño.