Este postre manzana se prepara en minutos, sin horno y encima, apenas tiene calorías: tan solo 50 kcal por ración. Es perfecto, por ejemplo, para no prescindir del dulce en una dieta sana.
Con una deliciosa compota de manzana y unas hojas de gelatina, lo tienes hecho. Es barato, facilísimo y no lleva harina, huevos, ni azúcar, ingredientes que suben las calorías hasta la estratosfera.
En realidad, hay una pequeña trampa porque lleva un ingrediente más… Hablamos de la canela, imprescindible para darle un toque de sabor especial y ese look “abizcochado” que nos encanta. ¡Aquí tienes el paso a paso!
Ingredientes
- 500 ml de compota de manzana
- 10 hojas de gelatina o 20 g de gelatina en polvo
- Canela en polvo
1. Calienta la compota
Remoja las hojas de gelatina. Vierte la compota de manzana en un bol y caliéntala en el microondas durante 3 minutos, a máxima potencia.
2. Añade la gelatina
Saca las hojas de gelatina del agua y escúrrelas bien, apretándolas con la mano. Añádelas a la compota caliente y bate todo con la batidora de varillas. Sigue batiendo hasta que la mezcla duplique su volumen.
3. Vierte en el molde y refrigera
Coge un molde rectangular para bizcocho y forra el fondo con papel de hornear, dejando fuera dos extremos (para sacarlo bien). Vierte la mezcla y déjala en el frigorífico durante 4 horas.
4. Saca la mezcla del molde y espolvoréalo
Saca la mezcla del molde, quita el papel… ¡Y que llueva la canela! Espolvorea toda la superficie del postre para que coja ese color dorado que asociamos con los tradicionales.
Si prefieres usar gelatina en polvo...
No hay problema. Solo tienes que mezclar la cantidad de gelatina con agua, en una proporción de 5 partes de agua por 1 parte de gelatina. Pon en agua en un bol y esparce la gelatina en forma de lluvia. Espera unos minutos y caliéntala en el microondas hasta que el gel se vuelva líquido. ¡Ya puedes incorporarla a la mezcla!
