Hay postres que son un clásico de la gastronomía mundial y que debido a su popularidad, se han ido expandiendo por todo el planeta, incorporándose al menú de otros lugares. En este caso hablamos del crumble que es un pastel de frutas y que se elaboran con una amplia diversidad de frutas que le dan un sabor diferente. En esta ocasión, te vamos a compartir la receta de un crumble de durazno  que lo vas a poder tener en pocos minutos y con pocos ingredientes.

Las características que tiene el crumble es que debe tener una masa crujiente y desmigada, por lo que le da un sabor único a este postre. Por si no lo sabías, surgió en la época de racionamiento en la Segunda Guerra Mundial donde los alimentos escaseaban y las personas se las rebuscaban para crear los mejores platos durante esos días difíciles. Uno de los ingredientes importantes de este postre es la manzana, aunque tiene otras variedades.

Lo que debemos decir del crumble es que elegirá frutas que le puedan dar una consistencia diferente y cremosa; como en este caso es el durazno que se adapta a cualquier receta. Por eso, te vamos a compartir la preparación de este postre clásico de la gastronomía británica y que con algunos ingredientes tendrás como resultado algo único.

Los ingredientes que necesitas para un crumble de durazno son: 180 gramos de azúcar, 180 gramos de manteca fría, 1 huevo, 400 gramos de harina 0000, 1 cucharada de polvo para hornear, ½ kilo de duraznos (en caso de no conseguir la fruta, se puede optar por la lata), 50 gramos de azúcar y una cucharada de manteca. El primer paso consiste en pelar los duraznos y cortarlos en gajos en una sartén antiadherente.

El siguiente paso para este crumble de duraznos es añadir los cubos de manteca con el azúcar y llevar a fuego medio hasta que todo esté blandito. Luego, en un bowl tienes que agregar la manteca fría con el azúcar, la harina y el polvo para hornear junto con el huevo. Tienes que ser tú mismo el que mezcle con sus manos esta preparación para luego enmantecar la base de un molde y colocar la base de este postre; añadir los duraznos en la superficie y por último terminar de cubrir todo hasta cocinar por 45 minutos a 180°C.