Este lunes se recuerda un nuevo aniversario de la muerte heroica del catamarqueño, Mario El Perro Cisnero, acaecida un 10 junio de 1.982 en Monte Dos Hermanas, en las Islas Malvinas. La fecha no va a ser pasada por alto, porque tanto su familia, como amigos y buena parte de la comunidad lo tendrá presente, en esta fecha y siempre. Por eso es que a las 11 hs en El Portezuelo se descubrirá un nuevo busto, el que pasará a ser el tercero que lo va a homenajear.
De esta manera la figura de El Perro vuelve a quedar plantada, para que las nuevas generaciones puedan conocer sobre su lealtad, principios y los valores que lo hicieron ser respetado como uno de los hombres y cuadros más sobresalientes dentro de la fuerza. Este momento será oportuno para que su frase de cabecera, que alguna vez transcribió en su libreta, vuelve a ser repetida: "No sé rendirme, después de muerto hablaremos".
El Suboficial Principal Retirado, José Alfredo Garro excompañero Cisneros, es uno de los promotores de este homenaje, que tendrá particularidad, ya que, a la vez, el monumento será un cenotafio donde se expondrán los nombres de los cinco héroes catamarqueños muertos en las Islas Malvinas.
Garro es uno de Los integrantes de Los Pumas Verdes de Córdoba y tanto él, como la agrupación que integra, además de los familiares, son quienes mantienen viva la memoria del Perro Cisneros. El nuevo busto por emplazarse en la provincia es el tercero. El año pasado se hizo lo propio en la Plaza de El Maestro, en Avda. Belgrano y Avda. Virgen del Valle y el otro se encuentra en la Escuela de Cadetes de la Policía Juan Domingo Perón.
¿Quién era El Perro Cisneros y cómo murió?
Conocido como El Perro Cisnero, bautizado así por su "fidelidad" a la tropa, Mario es un emblemático militar catamarqueño que falleció el 10 de junio de 1982. El combate había comenzado la noche del 9 de junio cuando la Compañía de Comandos 602 montó una emboscada delante de los cerros Dos Hermanas. El entonces teniente 1ro Vizoso Posse, estaba a cargo de un nido de ametralladora y la ocupaba con el valeroso Cisneros. Todos los relatos refieren que ese combate fue una muestra de osadía, valor y determinación digno de elogio.
Fue un hombre destacado del ejército e integrante del comando 602 con el mayor Aldo Rico y su cuerpo se identificó como el caído 91 en el año 2.018 y gracias a eso su tumba tuvo nombre y apellido, siendo este uno de los 122 cuerpos que antes figuraban sin identificar entre 230 tumbas que se levantan en Darwin, Malvinas.