El mantenimiento del césped o pasto verde es esencial para que tu jardín luzca bello y siempre radiante. Es por eso que su resembrado es crucial, teniendo en cuenta las técnicas y recomendaciones que debes seguir para conseguirlo. Afortunadamente, existe una guía súper útil para poder aprovechar tu espacio verde durante todo el año.

Las especies de césped de verano, como bermuda (Cynodon dactylon), kikuyo (Pennisetum clandestinum) y grama bahiana (Axonopus compressus), están activas durante los meses cálidos, de septiembre a marzo. Con la llegada del otoño y las bajas temperaturas, estas especies empiezan a declinar en su estado y actividad.

A estas especies les favorecen el sol y las altas temperaturas, pero cuando las condiciones cambian, entran en un estado de dormición. La especialista revela que, si los jardines están protegidos por árboles o cercos, el pasto puede mantenerse verde por mayor tiempo. De lo contrario comenzará a ponerse amarillento con las primeras heladas.

En este periodo de tránsito, el césped no produce nuevos brotes constantemente y se ve afectado. Tampoco revierte el desgaste causado por el tránsito de personas, animales o por el uso deportivo. Por eso se realiza la resiembra otoñal.

¿En qué consiste resembrar el césped? Tiene que ver con esparcir semillas de una especie de césped que crece durante los meses fríos, sobre la capa de césped de verano. Las especies que más se usan son el rye grass anual (Lolium multiflorum) y el rye grass perenne (Lolium perenne), en resiembras puras o en mezclas.

El ciclo de estas especies es de marzo a septiembre, y ayuda a mantener el verde tradicional del pasto. También protege el césped de verano que se encuentra dormido, emitiendo nuevas hojas verdes que previenen la degradación estacional.

¿Qué ventajas tiene resembrar el césped? Permite que el jardín se mantenga verde, activo y rebrotando. El césped dormido queda protegido bajo la cobertura de invierno. También se reduce la implantación y desarrollo de malezas, que se aumenta cuando el césped de verano está dormido y la superficie está disponible.

Para una resiembra exitosa se esparce entre 4 y 5 kilos de semillas por cada 100 m² de superficie. Antes es recomendable cortar el césped de verano y retirar el material acumulado en la base de las plantas. Esto limpia y abre la superficie para las nuevas semillas. Si la especie es rye grass anual se puede dejar en la superficie, de lo contrario será necesario cubrir las semillas con sustrato.

Por otro lado, es crucial acompañar la siembra con una fertilización alta en fósforo. Con todos estos cuidados, tu césped estará verde, brillante y saludable, siendo la base de todo jardín exitoso.