Si hay una receta que es bien de bodegon es el risotto amarillo, una deliciosa variante del clásico risotto italiano, destacada por su color dorado y su sabor distintivo, proporcionado por el azafrán o la cúrcuma. El risotto es un plato de arroz cocido lentamente en caldo, con la adición gradual del líquido para que el arroz libere su almidón y adquiera una textura cremosa.
La versión amarilla del risotto tradicionalmente utiliza azafrán, una de las especias más preciadas del mundo, para darle su color y aroma únicos.
Alternativamente, la cúrcuma puede ser utilizada como una opción más económica y accesible, proporcionando un color similar y beneficios adicionales para la salud. Este risotto puede incluir diversas proteínas, como pollo o mariscos, adaptándose a diferentes gustos y presupuestos.
El azafrán proviene de los estigmas secos de la flor del Crocus sativus, una planta que se cultiva principalmente en países como Irán, España y la India. Es conocido no solo por su sabor y color, sino también por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Consumir risotto amarillo en invierno es beneficioso porque es un plato reconfortante y nutritivo que ayuda a combatir el frío. El arroz, al ser una buena fuente de carbohidratos, proporciona energía, mientras que el azafrán o la cúrcuma ofrecen compuestos que pueden fortalecer el sistema inmunológico, haciendo de este risotto una excelente opción para mantenerse caliente y saludable durante la temporada fría.
Risotto con Azafrán y Pollo
Ingredientes:
- 1 taza de arroz arborio
- 1 litro de caldo de pollo
- 1 pechuga de pollo cortada en cubos
- 1 cebolla picada finamente
- 2 dientes de ajo picados
- 1/2 taza de vino blanco seco
- 1 pizca de hebras de azafrán
- 50 g de queso parmesano rallado
- 2 cucharadas de manteca
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal y pimienta a gusto
Instrucciones:
- Preparar el caldo: Calentar el caldo de pollo y mantenerlo caliente a fuego bajo. Agregar las hebras de azafrán al caldo para que suelten su color y sabor.
- Cocinar el pollo: En una sartén grande, calentar 1 cucharada de aceite de oliva y saltear los cubos de pollo hasta que estén dorados y cocidos. Retirar y reservar.
- Sofrito: En la misma sartén, agregar el resto del aceite de oliva y 1 cucharada de manteca. Sofreír la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes.
- Añadir el arroz: Agregar el arroz arborio y tostarlo por unos minutos hasta que los granos estén ligeramente translúcidos.
- Desglasar: Verter el vino blanco y cocinar hasta que se evapore, removiendo constantemente.
- Añadir el caldo: Añadir el caldo caliente con azafrán, un cucharón a la vez, removiendo constantemente y permitiendo que el arroz absorba el líquido antes de añadir más. Continuar este proceso hasta que el arroz esté al dente y cremoso (unos 18-20 minutos).
- Incorporar el pollo: Añadir los cubos de pollo cocido al risotto y mezclar bien.
- Finalizar: Retirar del fuego y agregar la manteca restante y el queso parmesano rallado. Mezclar bien, ajustar la sal y la pimienta, y servir caliente.
