Las cebollas son un ingrediente esencial en la cocina diaria pero casi siempre es un producto menospreciado. Casi nadie se toma el trabajo de elegirlas cuando van a la verdulería, mucho menos chequear cuál es la mejor para cada receta.
Sin embargo, la cebolla es fundamental por su capacidad para realzar sabores. Desde una carne al horno hasta unos fideos con tuco. Existen varios tipos de cebollas, cada una con características y usos específicos.
Según un estudio científico avalado por el Instituto Mayo Clinic, así como el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, entre la larga lista de nutrientes que contienen la cebolla, se destaca su importante presencia de fibra, así como su contenido en minerales y vitaminas.
Este alimento tiene en su interior una buena cantidad de potasio, motivo por el cual la cebolla puede ser un buen auxiliar en los casos de hipertensión y otras enfermedades cardiacas.
También tiene buenas cantidades de calcio, lo que ayuda a desarrollar y mantener los huesos fuertes -incluidos los dientes-, al igual que mejora el funcionamiento de corazón, músculos y nervios; e incluso se le atribuyen protección contra el cáncer, la diabetes y la presión arterial alta.
Cebolla Blanca
La cebolla blanca tiene un sabor más suave y dulce en comparación con otras variedades. Es ideal para consumir cruda en ensaladas, salsas y guacamole. También se utiliza en preparaciones que requieren una cocción rápida, como salteados y salsas ligeras. Son de mayor tamaño que otras variedades y su piel es más fina. Su textura crujiente la hace perfecta para freír (aros de cebolla) o incluir en salteados (wok).
Cebolla Colorada (Morada)
La cebolla colorada tiene un sabor más fuerte y picante. Es excelente para agregar color y sabor a ensaladas, ceviches y platos fríos. Proviene de Italia y es una de las variedades más valoradas por los expertos en gastronomía y al cocinarla, su sabor se suaviza con el caramelizado, pero se recomienda utilizarla cruda para aprovechar al máximo sus cualidades.
Cebolla Amarilla
La cebolla amarilla es la más común y versátil. Tiene un equilibrio perfecto entre dulce y picante, lo que la hace ideal para una amplia gama de preparaciones. Se carameliza bien, lo que la convierte en una opción popular para sopas, guisos y platos al horno. No es la mejor opción para comer cruda, debido a su toque picante.
Echalote
A mitad de camino entre el ajo y la cebolla. Un clásico de la cocina francesa. Se trata de pequeños bulbos alargados, cuyos colores van del blanco al morado. Son muy aromáticas y tienen un sabor suave, con matices dulces y picantes, ideales para guisos y salsas. También pueden consumirse en ensaladas o como acompañantes de carnes y pescados.
Otras Variedades
Además de las cebollas blancas, coloradas y amarillas, existen otras variedades como la cebolla de verdeo, conocida por su sabor suave y dulce. La cebolla de verdeo se utiliza principalmente en ensaladas, omelets y como guarnición en platos asiáticos.
Usos en la cocina de la cebolla
Para elegir la cebolla adecuada, es importante considerar el tipo de plato. La cebolla blanca es excelente para preparaciones crudas y rápidas, la colorada para ensaladas y platos fríos, y la amarilla para platos cocidos y caramelizados. La cebolla de verdeo añade un toque fresco y sutil a muchas recetas.
Receta de Sopa de Cebolla
Ingredientes:
- 4 cebollas amarillas grandes, en rodajas finas
- 3 cucharadas de manteca
- 1 litro de caldo de carne
- 1 taza de vino blanco seco
- 1 baguette, en rebanadas
- 200 g de queso Gruyere rallado
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
- Derretir la manteca en una olla grande a fuego medio. Añadir las cebollas y cocinar hasta que estén doradas y caramelizadas, aproximadamente 30 minutos.
- Añadir el vino blanco y cocinar hasta que se reduzca a la mitad.
- Agregar el caldo de carne y llevar a ebullición. Reducir el fuego y cocinar a fuego lento durante 20 minutos. Salpimentar al gusto.
- Tostar las rebanadas de baguette en el horno hasta que estén crujientes.
- Servir la sopa en tazones individuales, colocar una rebanada de baguette tostada en cada uno y cubrir con queso rallado.
- Gratinar en el horno hasta que el queso esté burbujeante y dorado. Servir caliente.
Con estas recomendaciones y la receta de sopa de cebolla, podés aprovechar al máximo las distintas variedades de cebolla en tu cocina diaria.
