Organizar un viaje es sin duda uno de los momentos más apasionados cuando se acerca el verano y las vacaciones. Esa ilusión por abrir el mapa y decidir dónde ir, cuántos días ir, con quién viajar y qué lugares visitar. Sin duda, un proyecto de lo más satisfactorio, porque como dicen muchos viajeros "nunca se vuelve siendo la misma persona que antes de emprender un viaje". Y es la verdad, porque viajar, ya sea al pueblo o ciudad de al lado, a la playa, la montaña o al otro lado del charco, implica conocer nuevas culturas, abrir la mente y prepararse para nuevas historias y situaciones fuera de la rutina del día a día. 

La palabra viajar lleva intrínseca infinidad de opciones de ocio y entretenimiento, desde conocer nuevas culturas, teatros, musicales, probar fortuna en https://www.casino777.es/, degustar los platos más tradicionales de la zona y hasta contemplar la maravilla de un atardecer desde una playa o acantilado. 

No obstante, viajar aunque parezca que solo supone preparar una maleta y elegir qué ropa llevarte para los próximos días, la realidad es mucho más compleja. Una vez completada la ardua misión de seleccionar el destino, que a veces puede ser la tarea más difícil, llega la segunda misión clave para el viaje: el alojamiento.

Siempre surge la duda de si dormir en un hotel, un apartamento o un hostal. Pero, ¿solo existe la posibilidad de dormir fuera a cambio de un precio? El mundo evoluciona y las opciones de alojamiento también. 

Nuevas formas de viajar sin pagar alojamiento

Teniendo en cuenta lo importante que es elegir donde dormir cuando se hace un viaje, son muchas las aplicaciones y herramientas web que han ido creando negocio a raíz de este servicio de primera necesidad. Casi todos los turistas conocen a la perfección la aplicación de Booking o Airbnb para buscar alojamiento, pero lo que muchos no saben es que más allá de buscar un hotel o una casa física en sí, hay muchas más opciones para dormir sin tener que pagar por ello. 

En los últimos años se ha hecho viral los intercambios de casas. Es decir, a través de webs especializadas, el usuario contacta con diferentes familias dispuestas a alojarles de manera gratuita a cambio de compartir un día juntos o compartir algún tipo de plan en el que puedan intercambiar tradiciones, cultura e idioma. 

Otra opción, aunque menos frecuente, es el intercambio de casa a cambio de cuidar mascotas. Las condiciones para dormir serían las mismas, pero con la excepción de que parte del día será dedicado a pasear o ayudar al animal en cuestión en las tareas que sus familias requieran. 

Y también existe el alojamiento por voluntariados, en el que una persona selecciona alguna organización sin ánimo de lucro o asociación que requieran un mínimo de horas de ayuda en algunos de sus proyectos a cambio de alojamiento y comida. Una de las opciones más de moda en los últimos años. 

Viajar en tu propia casa: el auge de las autocaravanas

Sin duda alguna, un buen descanso garantiza la calidad de cualquier viaje. De media cuando una persona visita un nuevo lugar recorre al día entre 18 y 23 kilómetros, según varias páginas especializadas en el sector turístico. De ahí, que los usuarios prioricen un buen lugar donde descansar después de un largo día, incluso por delante de una buena comida en el restaurante más de moda de la zona. 

Cuando hacemos la maleta siempre aparece ese falso sentimiento de que te dejas algo que pelea constantemente con ese interés de querer llevar incluso tu peluche o almohada favorita para sentirte como en casa lejos de ella. Pero, ¿y si directamente viajas en una casa sobre ruedas? Quién no ha soñado alguna vez con convertirse en el protagonista de esa película donde un grupo de amigos o una pareja se recorre el mundo durmiendo frente al mar y cenando a la luz de la luna. 

Al igual que pasó en su día con las motos y el ciclomotor, la autocaravana lleva un par de años experimentando un auge descomunal, esa especie de furgoneta convertida en casa que te permite conocer desde cualquier país europeo hasta los rincones más bonitos de Argentina.

Las mejores rutas en autocaravana en Argentina

Argentina es uno de los destinos más demandados por los turistas a la hora de viajar internacionalmente, especialmente por el atractivo de sus parajes naturales, paisajes y gastronomía. Pues bien, Argentina es el lugar ideal para coger literalmente la casa a cuestas y disfrutar de lo que pueda deparar el viaje, a través de carreteras infinitas y accesibles para una conducción segura. 

La ruta 40

Todo o casi todo el mundo alguna vez ha escuchado la famosa ruta 40, 5200 kilómetros junto a la cordillera de Los Andes que pasa por once provincias del país, desde Cabo Vírgenes hasta La Quiaca, con parques nacionales, reservas naturales, ríos, desiertos, bosques, e incluso zonas volcánicas. Aunque el tiempo de duración depende de los días que quieran disfrutar los viajeros en cada lugar, se estima un mínimo de entre tres y cinco semanas.

El circuito de los Siete Lagos

Esta ruta es la alternativa para los que no pueden disfrutar tanto tiempo fuera de casa y hacer la Ruta 40. Esta opción destaca por los paisajes únicos que encontrarás durante el viaje de 250 kilómetros, aunque querrás pasar varios días en muchas de sus zonas. Los expertos y profesionales del turismo natural recomiendan empezar esta experiencia desde el lago Nahuel Huapi, famoso por su agua cristalina que refleja como si fuese un espejo.

De hecho, este lago refleja las propias montañas creando un efecto visual en el ojo humano donde se pierde el límite entre lo real y la fantasía. Esta ruta permite conectar a quienes la hacen con el corazón más profundo de la naturaleza. Los amantes del motor y la carretera coinciden en que es una de las rutas más sanadoras, porque ofrecen la cara más pura de Argentina.